Capítulo 2
Sé que estoy vivo, pero a veces me gustaría no estarlo. Mi mundo se ha rodeado de dolor… Necesito tu ayuda ¿me escuchas? ¿O pretendes no escucharme como el resto de las personas lo hacen?. No quiero tu compasión, no quiero que digan “pobre chico, se ha tratado de matar” o “¿hijo por que lo isiste? Tu abuela está decepcionada”.
¿Qué es la decepción? Es solo un sentimiento de insatisfacción, Algún deseo o expectativa de una persona feliz no cumplida. Ellos no saben, se hunden en su felicidad al llegar a casa y encontrar a su esposa con la comida hecha y sus hijos terminado deberes. Cuando No gana el equipo al que le han apostado se decepcionan, se quejan del servicio en algún garito o algún lugar donde venden comida rápida o de que no les alcanza para llegar a fin de mes, También se decepcionan cuando sus hijos no sacan sobresalientes porque ven el futuro que ellos les imponen resquebrajarse . Yo sé lo que es la decepción, la decepción es cuando no encuentras una madre que te arrope en la noche, que te lea un cuento o te bese en la mejilla y te de las buenas noches, decepción es cuando el día de tu cumpleaños deseas una familia que no sea tu abuela, tu tío y tu primo o cuando deseas que alguien te aliente cuando juegas un partido de fútbol o solo cuando no puedes meterte en la cabeza alguna materia que sale en un examen que necesitas aprobar.
Decepciones he vivido muchas en mi vida, ahora le toca a las personas decepcionarse del suicida que han creado.
Por Tom:
- Tom que te estrellas contra la barrera de contención - Grito Galiana mientras se echaba al volante para tratar de tomar el mando.
- Mi, que el auto es mío - dije apartándola –este bebe me costó 10 sueldos del puto hospital y seré yo el único que pueda manejarlo – y se volvió a tirar enzima, esta señora no entendía – No enten…
- QUE NOS ESTRELLAMOS! – me grito
- Mierda – maldije mientras le volantazo para no chocar con unos ciclistas, ellos del susto llegaron a caerse de sus bicicletas y comenzaron a gritarme – lo siento.
- Se mas cuidadoso hijo – dijo Gali, como la llamaba cuando no me tocaba la moral.
- Mira ya llegamos – apunte un letrero que decía “bienvenidos a Sajonia Capital Dresden”
- Tom no me cambies el tema – dijo ella con aparente enfado
- No te enojes gali – le dije poniendo morritos.
- Tom, ya estamos cerca pon atención en el camino – dijo mientras se tomaba la cabeza con una mano – por ahí – me indico – a la derecha y la siguiente a la izquierda. – hice todo lo que ella me indico hasta que grito que parara
- Llegamos – dije sonriente.
…
Por Bill:
- ¿Cómo está la abuela? – pregunto Georg sentado en uno de los sillones de la habitación de huéspedes.
- Nunca pensé que la asustaría – dijo el rascándose la cabeza
- Gustav te vez tan diferente, estas más gordo que antes y tienes el pelo negro. ¿Cómo quieres que no se asuste al verte? – le dije poniendo mi mano en su cabeza revolviendo su cabello.
- No estoy gordo, he aumentado musculatura – dijo doblando su brazo mostrando unos Deltoides y bíceps muy marcados. – y que tú seas un palillo hace la diferencia.
- No es mi culpa ser un palillo – le replique.
- Shhhh – nos hiso callar Georg – la abuela se ha despertado.
- Hola abuela – le saludo Gustav – perdón por el susto.
- Gussi querido – dijo ella levantándose de la cama donde se encontraba – has crecido mucho, ya no eres el niño que yo siempre veía por mi casa, ninguno de los 3 es el niño que era hace 5 años. – dijo con un temblor en su voz. Escuchamos como tocaban la puerta de la habitación, Gustav se acerco a la puerta y la abrió, el mayor domo de la familia se asomo por la puerta.
- La señora Galiana Diermissen y su hijo ya están aquí - dijo el mayordomo ( le preguntaría a gus su nombre después), segundos después se retiro
- Vamos, hace mucho que no veo a tom - ¿Tom? ¿Quién es ese tom?
…
Por Simone:
Una noche la cama se incendió.
Era muy guapa y muy buena amante.
Pocas semanas después desapareció y dos niños él me dejo
Encontré otro hombre uno mejor
Quería vivir mi sueño, ver de nuevo el sol
A mis dos hijos abandone, y con él me quede
17 años han pasado ya y los quiero volver a ver…
- Entra por atrás – me dijo Annet, mi hermana, la madre de Gustav. – los chicos están adelante, ya ha llegado Bill y tom acaba de llegar
- Ok – le respondí bajando de mi auto, corrí hasta el patio trasero para que nadie me viera. Annet abrió la puerta del ventanal para que pudiéramos entrar. Corrimos la cortina y entramos como dos espías y subimos la escalera corriendo hasta la habitación donde me quedaría.
- Luego te traigo tus cosas, tú has como que acabas de despertar. Bajas y te estaré esperando, te presentare como mi amiga y nadie sabrá quien eres de verdad.
- Gracias. – le dije mientras ella salía de la habitación. Saque de mi bolso una peluca color negro larga para que mi madre no me reconociera.
Salí de la habitación y baje lentamente escuchando las voces provenientes de la entrada, cuando llegue al ultimo escalón tome un fuerte respiro que izo que casi callera de la escalera pero me sostuve del barandal. Camine Lentamente hasta la entrada con el corazón en un puño hasta que llegue al lado de Annet. Frente a mi habían 4 Chicos, entre ellos pude diferencias a Gustav y Georg. Mi madre y la “madre” de tom…
- Chicos, ella es mi amiga. – me presento frente a todos, yo solo sonreí. – Simone
- Hola Simone, la abuela. – reí. – Todos me llaman así, Tú también puedes hacerlo.
- Yo soy Galiana – me saludo mi “amiga” por si podía decirle así
- Yo Gustav y el Georg- se apunto a si mismo y a Georg a su vez
- Hola Simone – me saludo el chico de cabello Largo – Soy Bill, gusto en conocerte – me tendió la mano y yo se la estreche, en cualquier momento me desmallaba… era tan alto como su padre
- Yo Tom – Me sonrió el bellísimo niño que estaba frente a mis ojos, me dieron ganas de llorar.
Hace 17 años deje a mis hijos a cargo de dos personas importantes para mí, para poder cumplir la aventura fuera de lo común. Cometí el error más grande de mi vida, nunca debí dejar a mis hijos con esas personas, por más que quisiera escapar del mundo debía haberme quedado con ellos porque nunca pensé que este día vería a mis hijos pero ellos no me reconocerían.